Constructores trabajan día a día para contrarrestar situaciones que afectan sus negocios

Muchos empresarios del sector constructor se apropiaron de la expresión ‘off the record’ para responder cuando les preguntamos qué opinan de lo que está sucediendo con la economía y la industria edificadora en el país. Aunque expresan preocupación, utilizan esa frase para decir que, en medio de la incertidumbre, aún no se atreven a hacer público un mensaje pesimista.

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Y está bien, porque lo más sano es tratar de ser positivos a pesar de la inflación, de los insumos caros, de las ventas de vivienda a la baja y de otras variables reveladas por los analistas, los centros de investigación y los gremios.

Por eso, nada mejor que recibir de saludo un “no está fácil, pero seguimos adelante, ¡con toda!”, en vez de un “complicada la cosa, ahí, sobreviviendo…”. La actitud también construye o destruye; por eso, la primera debe encabezar el listado de acciones.

Por ejemplo, datos recientes de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) prevén que el subsector de edificaciones se incrementará 9,8 por ciento este año y aportará 5 puntos porcentuales de inversión a la economía, con las ventas de vivienda nueva. Quizás las proyecciones varíen, pero el empresariado trabaja para mantenerlas o lograr el milagro de superarlas.

En línea con esto me quedó sonando una frase que me dijo el cofundador de la constructora Syma, Mauricio Sánchez: “Hay que seguir adelante y ponerle el pecho a la incertidumbre”. Haciendo alusión al sector, me tomé la libertad de adaptarla para confirmar cómo en medio de las eventualidades todos los actores de la industria edificadora le están poniendo ‘el techo’ a la incertidumbre.

Realistas, pero positivos

Las previsiones de los constructores apuntan a que este año 189.000 viviendas iniciarán obra, 133.000 de ellas viviendas de interés social (VIS). Incluso, sus cuentas les apuestan a 250.000 unidades nuevas vendidas al cierre del 2023, de las cuales 177.000 serán de ese segmento, aunque el reciente estudio de Situación Inmobiliaria realizado por BBVA Research advierte que “la venta anual de vivienda nueva caerá por debajo de las 200.000”.

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El gremio edificador es consciente de que superar esta cifra será posible “siempre y cuando la inflación disminuya, las tasas de interés se corrijan y los costos de construcción se moderen”, para citar solo algunas de las variables. Aun así, y en aras de superar el afán de cada día, la esperanza está en que el 2023 sea un año de transición, ojalá, con el menor impacto negativo.

De cualquier forma, la idea es contrarrestar esa percepción de incertidumbre generalizada que, de hecho, presentó la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), tras realizar una encuesta con sus afiliados para indagar cuál es el clima de inversión que se está viviendo en el país y entender qué factores lo están afectando.

La Andi reveló que los proyectos de inversión se redujeron en febrero respecto a agosto del año pasado, cuando se realizó la última medición. Por ejemplo, en agosto del 2022, el 47,1 por ciento de los encuestados había manifestado que las inversiones se estaban manteniendo, mientras que, según el dato reportado el 23 de febrero, solo el 27,5 por ciento señaló lo mismo.

Por su parte, en agosto del 2022 los empresarios habían respondido que únicamente el 20,6 por ciento de sus inversiones habían sido aplazadas, pero la cifra aumentó al 27,5 por ciento el mes pasado, ¿las razones? Tasas de interés, 47,9 por ciento; incertidumbre política, 31,3 por ciento; incertidumbre económica, 20,8 por ciento; incertidumbre jurídica, 15,6 por ciento.

Incluso, el 14,6 por ciento dijo que, en general, la incertidumbre obligó a tomar la decisión de aplazar las inversiones. Y aunque hay otras variables, llama la atención que la “incertidumbre” sea tan reiterativa en las respuestas.

En fin, desde dónde se mire, también debe inspirar acciones para revertir la tendencia. Así lo ve María Elena Vélez, directora ejecutiva de Aesabana, quien impulsa para abril próximo el Encuentro Empresarial Aesabana, que, adivinen cómo se identifica: ‘Navegando la incertidumbre’.

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“Lo realizamos en un momento crucial para la economía de Colombia y de la región Sabana Centro, en Cundinamarca”, explica Vélez, quien espera que “sea un espacio en el que podamos discutir y compartir estrategias para navegar estos tiempos complejos con optimismo…”, porque, como lo están haciendo los constructores, no hay de otra, “toca ponerle el ‘techo’ a la incertidumbre”.

Tomado de : www.eltiempo.com.co