Aunque por cuestiones culturales los colombianos siempre han querido ser propietarios, el 34,5 por ciento sigue viviendo en arriendo o subarriendo, e invierte 20 billones de pesos anuales en este negocio.
Aunque por cuestiones culturales los colombianos siempre han querido ser propietarios, el 34,5 por ciento sigue viviendo en arriendo o subarriendo, e invierte 20 billones de pesos anuales en este negocio.
Así lo indican las cifras del Dane y de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), respectivamente, las cuales confirman que se trata de un mercado en auge al que, incluso, apuntan algunas estrategias del Gobierno a través del llamado a los constructores para que desarrollen proyectos destinados, específicamente, al alquiler. A este se suma el programa de arriendo con opción de compra, Semillero de Propietarios.
Como consecuencia de esta dinámica, muchas personas que optan por vivir en arriendo, bien sea de forma permanente o temporal, también se enfrentan a una serie de dificultades que comienzan con la consecución del inmueble, mientras que muchos dueños deben lidiar con el incumplimiento y un eventual pleito jurídico para lograr la restitución de los bienes.
Para atender a unos y a otros, varias empresas han acogido las nuevas tendencias inmobiliarias que buscan contrarrestar estos problemas, y, de paso, proveer los servicios necesarios para satisfacer a los usuarios.