Las perspectivas de desaceleración económica también empiezan a sentirse dentro del sector de vivienda, algo que, además, habría sido advertido por varios analistas en las últimas semanas. Y es que en febrero, según un último informe de Camacol, hubo una caída de más del 60% en las ventas de viviendas en el país. Se vendieron 9.920 unidades, 15.900 menos que en el mismo mes del año pasado. Por segmentos, en Viviendas de Interés Social (VIS), se vendieron 6.655 unidades, una caída de 64%, y para No Vis fueron 3.625 unidades, 55,8% menos.
Por departamentos, Bogotá, fue el lugar que registró 77% del total de unidades vendidas en lo corrido del año, seguido de Valle, Antioquia, Atlántico, Magdalena y Bolívar.
Para el VIS, 78% de las unidades vendidas se dio en esos mismos departamentos, sin Magdalena e incluyendo a Tolima; y para no VIS, 80% de las ventas se observa en los mismos departamentos totales.
Los factores que explicaron el comportamiento a la baja en las ventas se pueden ver relacionados con la inflación, que cerró en 13,28%, y la alza en las tasas de interés debido a la política monetaria del Banco de la República, cuya Junta Directiva aumentó los tipos a 13%.
David Cubides, director de investigaciones económicas en Alianza Valores, dice que el comportamiento obedece, además, a un enfriamiento económico que atraviesa el país. “La moderación de la vivienda tiene que ver con el enfriamiento económico que está atravesando la economía colombiana. La inflación elevada hace que los consumidores se resientan y eventualmente cambien sus patrones a la hora de consumir, lo que genera una moderación en las ventas de vivienda”.
Y añade, “el comportamiento también va ligado a las altas tasas de interés, que llevan a que los costos de apalancarse para tomar créditos hipotecarios sean mucho más elevados y esto también genera una moderación en ventas, lo que llega a concluir un enfriamiento de la economía por sectores y, a su vez, de la economía general”, explica.
De hecho, la disposición a comprar vivienda también ha registrado una reducción en los últimos meses. Según Fedesarrollo, la disposición que tienen los hogares a comprar casa se redujo en a -48,3%, muy de la mano del comportamiento que se ha observado en las ventas de vivienda. En este punto, Bogotá fue la única ciudad que mostró un crecimiento en este indicador, con una recuperación de 2,7 puntos porcentuales, mientras que en el resto de ciudades, como Medellín, Cali y Barranquilla, presentaron una reducción en las cifras.
Caída en la oferta
Y este comportamiento no solamente se ha visto reflejado en la demanda de vivienda, sino también en las iniciaciones de proyectos, es decir, en la oferta. Según el mismo informe, se registró una reducción de 9,5%, en el segmento No VIS caen 20,2%, y para el VIS, contrario a la tendencia, tuvo un crecimiento del 3,5%.
Para Andrés Langebaeck, director de Estudios Económicos de Davivienda, son precisamente los elevados costos de producción los que han influenciado en la baja de la oferta de vivienda. “Es precisamente el elevado precio en los costos de producción lo que afecta en las nuevas iniciaciones, es decir, en la oferta. Esto se debe a que, si hay una caída en la demanda, y un incremento en los costos, pues esto no hace tan rentable para el constructor iniciar un proceso de construcción”, explica.
Además, dijo el experto, el comportamiento también está ligado al alza del salario mínimo. “En el caso de VIS, el incremento de 16% en el precio de las viviendas sabemos que está vinculado con el incremento del salario mínimo, lo que significa un incremento muy alto para muchas familias, cuyos ingresos no están vinculados con el salario mínimo”, complementa. Las menores iniciaciones, dice Bancolombia, podrían implicar una baja en la oferta futura de vivienda.